6 feb 2010

Pequeñas cosas

Hace un buen tiempo ya, fueron los dibujos de las dos mellizas terribles los que me enamoraban; hoy son los de un pequeño Gran niño.
Nunca pude entender el porqué de la emoción y todo eso fuerte que siento cuando un pequeño me regala algo o me da una muestra de afecto. Creo que los nenes no están contaminados con las cosas que nosotros los mas grandes estamos contaminados -mucho de jugar por las espaldas, esconder la verdad a la gente, maltratarlos ni bien se dan vuelta, etc.- entonces siempre digo que las demostraciones de amor de ellos son "demostraciones de amor bien puro y sin segundas intenciones"
Esta vez me toco traer unos dibujitos en un cuadernillo, las veces anteriores en una carpeta que se perdió junto con esas viejas relaciones.
Lo que me provocan esos actos sigue siendo lo mismo: mucho pero mucho amor y lágrimas de esas bien dulces.

Muchas gracias a los pequeñitos que me enamoraron tanto.






M

1 comentario:

{ D a n i } dijo...

Sí, el amor de los niños es el más puro de todos... e inocente.