11 feb 2011

Todo

Nadie me entiende! Todos me miran como loco pero de loco no tengo nada! Es que acaso estoy diciendo algo tan irracional?
Mi profesión se robó mi vida!
Es cierto, mi profesión se robó mi vida. Verán, yo soy profesor de golf, comprende? Enseño a la gente a pegarle con un insignificante palo a una pequeña esfera con hoyuelos de color blanco. Se vive bien, es cierto; he podido comprar un magnífico auto, una casa preciosa, cámaras de sobra, ropa y demás excentricidades propias de alguien que factura unos... bueno, no le demos relevancia a mis cánones.
Lo cierto, señores es que todo eso que aparentemente es sinónimo de felicidad, a mí no me resulta más que una mochila de proporciones gigantescas. Porqué? se preguntarán ustedes... Es bastante sencillo de entender. Para que me sigan con facilidad y entiendan el porqué de mi reclamo les voy a contar mi semana laboral:
El lunes tengo descanso dado que los clubes cierran. El descanso nunca lo pude conocer; en esos días investigo, miro videos, leo todos los libros a mi alcance, con el eterno afán de querer saber mas y mas.
El martes, mi día comienza a las 8 am. Tengo media hora para almorzar a las 15:30 y de nuevo a dar clases hasta las 19 o 19:30.
El miercoles no tuve tiempo para comer, directamente. Había demasiados alumnos que requerían de mi atención por lo cual no pude decir que no.
El jueves las cosas no fueron muy distintas que digamos, aunque sí pude almorzar y tener un rato mínimo para "siestear". A todo esto debería aclarar que la mayoría de las jornadas laborales antes citadas terminaron entre las 18:30 y 19:30-
El viernes cayó una lluvia y medio día estuvo suspendido.
Caemos obligatoriamente al fin de semana. Posiblemente la gran mayoría de ustedes aproveche el finde para descansar, para hacer un asado, para compartir salidas en familia o, simplemente, para estar echados mirando partidos de fútbol o del deporte que mas simpatía les genere. No es mi caso, claro.
Mis sábados son aún mas ocupados que el resto de los días de semana; como todos tienen el finde libre, que hacen? van al club a jugar y a tomar clases...
El devenir obvio del calendario nos lleva otra vez al lunes, al martes y a toda la rutina antes mencionada.
Supongamos que sigo siendo un incomprendido que se queja por trabajar, nada mas ni nada menos que por trabajar; algo tan preciado en estos tiempos que uno está dispuesto a sacrificar cualquier cosa a costa de una vida digna.
El gran inconveniente, señores, es que yo estoy agobiado de esa vida autómata. Alguna vez me oyeron siquiera pronunciar algo respecto de mi familia? Acaso sonreí al recordar paseos con los míos? Ni siquiera recordé dichos paseos. Ni hablar de sonreir...
Por lo tanto, mis queridos escuchas, sólo les pido que me dejen. No pido que me aprueben ni que me reprueben. Con dejarme libertad para Ser me alcanza y sobra.
Ya había olvidado lo que era ser humano. Y seguro que necesito mucho rato para refrescar.
La gente lo saludó, lo felicitó por sus ganas de vivir y prosiguió con sus respectivas vidas.






Tener todo generalmente es no tener nada
Mar

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